Exploraciones

Explorando Culturas:

Pinturas rupestres de Serranópolis (Goiás) Brasil

Los misterios de las antiguas civilizaciones, la historia oculta de la humanidad y los últimos pueblos indígenas del planeta son algunos de los temas que el periodista, fotógrafo y escritor Pablo Villarrubia Mauso viene rescatando en sus reportajes y obras desde 1988.

Su interés por la historia y la cultura de los pueblos, tanto del pasado como del presente, le han llevado a conocer varios rincones del planeta y explorar regiones tan remotas como la Amazonía, el desierto del Atacama o las selvas del África Ecuatorial. Ha visitado más de veinte países (ver mas abajo) para realizar una infinidad de artículos, fotografías y escribir sus libros. En Europa sigue la pista de los templarios en Portugal y en Francia, las huellas dejadas por los constructores de megalitos y los secretos de los místicos del medioevo.

Cuaderno de bitácora en mano, cámaras fotográficas, grabadora y, especialmente, una voluntad y pasión inquebrantables, son los principales instrumentos de una labor prácticamente solitaria que llevan a este «cronista del siglo XX-XXI», a recuperar los hechos más insólitos y la historia más oculta de los pueblos desaparecidos y aún vivo.

Sobre él ha escrito el prestigioso escritor Alberto Vázquez Figueroa: «Buceador en los tenebrosos mares de la historia no escrita y en el remoto pasado de seres humanos que no dejaron más que una leve huella de su paso en perdidos rincones del planeta, este brasileño tenaz y empecinado recorre selvas, desiertos, ríos y montañas en busca de respuestas que a menudo nos dejan perplejos, puesto que jamás se nos había ocurrido plantearnos las correspondientes preguntas» («Un viaje Mágico por los Misterios de América», Edaf, Madrid-Buenos Aires-México, 2000).

El escritor brasileño Marcio Souza considera a Villarrubia un reportero que busca el misterio con un estilo ágil y atractivo. Por las páginas de sus libros – ya considerados clásicos dentro de la literatura de viajes, antropología, folclor y arqueología – Pablo Villarrubia va al encuentro de lo insospechado, del misterio del origen de las culturas y de la búsqueda del significado de lo más críptico: el lenguaje perdido de las piedras (petroglifos y pinturas rupestres) o de la ingeniería astronómica y religiosa de las antiguas construcciones de mayas, incas o aztecas, por ejemplo.

Pablo Villarrubia ha plasmado en sus obras algunos de los relatos más inquietantes y sorprendentes de los pueblos que han sido excluidos de las páginas de la historia, bien sea por discriminación (a veces ideológica) o por el simple olvido.

Jesús Callejo, prestigioso escritor e investigador de la «otra historia» y de las «otras realidades» así escribe sobre Pablo en el prólogo de «Brasil Insólito: guía para el viajero del misterio» (Ed. Corona Borealis, Madrid, 1999): «La labor de investigación de Pablo Villarrubia es en gran parte un trabajo silencioso hecho a través de miles de kilómetros recorriendo mugrientos caminos del sertão brasileño o húmedas sendas en los bosques tropicales, buscando aquello que otros no se atreven, desconocen o desprecian. Alguien tiene que ir allí y contarlo. Por eso es una labor encomiable, una investigación de campo ‘con todas las de la ley’, jugándose la piel en bastantes ocasiones para conseguir la foto testimonial que da sentido a toda una jornada o una semana de búsqueda».

Y en algunas pinceladas, Jesús Callejo muestra algunas de los temas tratados en «Brasil Insólito»: «Por ejemplo, nos podemos enterar que existió un ferrocarril del diablo (en el estado de Rondônia) o un campo de fútbol entre dos hemisferios (en Amapá). Comprobaremos que en el estado de Pará se encuentran las pinturas rupestres de Monte Alegre, consideradas las más antiguas de América. Viviremos los múltiples percances que le llevaron a buscar primero y a encontrar después El Dorado o la Piedra Pintada (en Roraima), el Laberinto Místico (en Tocantins), las grutas de Ubajara (en Ceará) o la ciudad perdida del Coronel Fawcett (en Bahia). Incluso ha seguido sus huellas para intentar localizar su cadáver, puesto que desapareció en el Mato Grosso mientras buscaba otra de esas míticas ciudades perdidas que él relacionaba con la civilización atlante».

Lugares Visitados:

– Chile: largo viaje desde La Serena hasta Punta Arenas.

– Marruecos: ruinas de la ciudad púnico-fenicia de Lixus.

-Guatemala: siguiendo la huella de los mayas y pueblos pre-mayas en Santa Lucía, Democracia, Alta Vera Paz, Tikal, etc., documentando rituales vivos de los mayas. Exploración de los túneles mayas-quichés en Utatlán.

– México: búsqueda y exploración de los túneles del Yucatán; ruta Puuc; sierra Tarahumara (Chihuhahua) y selvas de Veracruz y Tabasco en busca de la antigua civilización Olmeca.

Alto Río Negro (Amazonía, Brasil): descubrimiento de petroglifos en São Gabriel da Cachoeira; recolecta de leyendas y tradiciones de los caboclos (mestizos) e indígenas de la región, limítrofe con Venezuela y Colombia.

– Estado de Paraíba (Brasil): descubrimiento de uno de los más grandes campos de inscripciones rupestres de Brasil, con temas arqueoastronómicos, en la región de São Mamede. Exploración del sertão para documentar antiguas pinturas e inscripciones precolombinas.

Salta y Tucumán (Argentina): viaje por los pucarás (fortalezas incaicas) en busca del arte rupestre de estas provincias. Visita a los menhires de Tafi del Valle. Investigación sobre las primeras expediciones al Llullayllaco.

– Costa Rica: viaje a la región del Diquís donde están las famosas esferas gigantes de piedra. Expedición a la isla del Caño. Contacto con los últimos indígenas de Costa Rica.

– Nicaragua: Expedición a la isla del Muerto, en el lago Nicaragua, junto con el director del Museo Arqueológico Nacional; Isla Ometepe y petroglifos de las laderas de los volcanes.

– Puerto: siguiendo la pista de la civilización taína.

Pernambuco y Tocantins (Brasil): contactos con los últimos indígenas de Pernambuco (Xucurus, Fulni-os) y de Tocantins (Xerentes, Xavantes) y registro de rituales.

Ecuador: investigaciones sobre la Cueva de los Tayos, incas y otros pueblos de Ecuador.

Catamarca y Jujuy (Argentina): viajando por el norte argentino, buscando ciudades prehispánicas a más de 4.000 metros de altura y en contacto con los descendientes de los antiguos incas.

Minas Gerais (Vale do Peruaçu, Brasil): una región repleta de pinturas rupestres milenarias.